Pera Williams
Es el aguardiente preferido de los consumidores y se vende dos veces más que el Kirsch. Ha seducido al público por su finura y la delicadeza de sus aromas que evocan con fidelidad el sabor almizclado y generoso de la fruta. Se necesitan aproximadamente 28 kilos de fruta para obtener un litro de alcohol puro, es decir aproximadamente 2 litros de 45°.
Se deja envejecer el aguardiente de Pera Williams durante varios años, tiempo durante el cual adquiere su sabor característico, que valoriza todavía más sus encantadores perfumes
Ciruela Mirabelle
La fruta recogida en su madurez fermenta en depósitos para, después de la destilación, aportar su característico perfume tan suave. Es el aguardiente por excelencia y permanece, más que ningún otro, fiel al aroma de la fruta
Frambuesa
Este aguardiente, que preferiblemente se debe consumir joven, también lo usan los confiteros, los chocolateros y los pasteleros.
Kirsch
Hay que concederle su lugar de honor en las buenas mesas como digestivo, para elaborar copas o cócteles.
Ciruela damascena
Después de su destilación, se obtiene un aguardiente con un encanto plebeyo y aromas mansos y campestres que recuerdan muy bien el aroma de esta fruta.
Orujo de Alsacia de Gewurztraminer (AOC)
Este aguardiente procura una gama muy variada de sensaciones gustativas, la rusticidad del orujo es valedora de los aromas propios del Gewurztraminer.
Desde que presurizamos nuestros orujos después del desgrane, la calidad gustativa de este producto ha mejorado notablemente dado que se ha eliminado por completo el sabor agrio y rasposo que existía anteriormente cuando los orujos se presurizaban con el escobajo. Es el aguardiente alsaciano por excelencia y es muy apreciado por los entendidos.
Vieille Prune (ciruela vieja)
Azarrollo
AZARROLLO (Sorbus aucuparia o domestica)
El azarrollo o la serba proceden de dos arbustos diferentes: El primero se extrae del azarrollo de los pajareros, donde el fruto crece en racimos de bayas rojas globulosas. El segundo se extrae del serbal, cuyos racimos tienen un aspecto más piriforme y permanece verde durante más tiempo. Para no confundir al consumidor, resulta que el aguardiente de estos dos frutos tiene unas calidades organolépticas y gastronómicas comparables. Su originalidad y rareza justifican su precio de venta, a menudo muy elevado.
Membrillo
EL MEMBRILLO
El membrillo, fruto del árbol que lleva el mismo nombre, se cultiva en Europa desde la antigüedad y se asemeja al peral. Piriforme, de color amarillo dorado y cubierto de una especie de pelusa, el membrillo es de sabor ácido y astringente, de consistencia granulosa y contiene poco azúcar. No se consume en estado crudo, pero resulta delicioso en jalea y confitura gracias a su aroma generoso. La fruta destinada a la destilación se recoge muy madura hacia octubre-noviembre. Picado antes de fermentar, y con un resultado mediocre en la destilación, este aguardiente discreto pero muy fino y refinado es muy digno del interés de los gastrónomos.
Aliso
EL ALISO (Aliso – Sorbus)
El aliso, pequeño árbol muy común en los Vosgos, produce una fruta del tamaño de un garbanzo grande de color rojo anaranjado. El aliso, nombre con el que se conoce a la fruta, contiene una pulpa harinosa comestible después de la pasificación. El aguardiente de Aliso es probablemente uno de los más finos y elegantes de los aguardientes de fruta gracias a su delicioso aroma de almendras. Marida a las mil maravillas con el helado de pistacho y de chocolate negro.
¡Para sus papilas!
Escaramujo
ESCARAMUJO (Cynorrhodon)
Más conocido como tapaculos, es el fruto del rosal salvaje, un arbusto de espinas que crece en el borde de los caminos. El fruto, rico en vitamina C, madura a finales de verano cuando sus bayas están bien rojas y llenas de semillas y de su característica y popular pelusa. El escaramujo también da una excelente confitura y se le conocen virtudes diuréticas en forma de tisana. El aliso necesita una maceración antes de destilarse porque es pobre en azúcares naturales. El aguardiente que se obtiene proporciona un sabor original y sofisticado.
¡No puede perdérselo!
Bayas de acebo
BAYA DE ACEBO (Iles aquifolium)
Producidas por un arbusto de hojas lustrosas y espinosas, las bayas del acebo son muy raras, y por tanto mucho más costosas que otras bayas, y con uno de los rendimientos más bajos (duras condiciones de recogida para obtener los cien kilos de bayas indispensables para realizar unos pocos litros de aguardiente). El Acebo está presente en el macizo de los Vosgos, de donde proceden los frutos recolectados. Es destacable que solo los arbustos hembra producen estas pequeñas bayas que adoptan el color rojo y maduran en invierno, periodo de recogida antes de macerarse y destilarse. El aguardiente de Bayas de Acebo marida de maravilla con el pescado ahumado y el sorbete de limón.
Genciana
GENCIANA (Gentiana)
La genciana es una flor amarilla de alta montaña cuyas raíces constituyen la materia prima necesaria para la maceración y destilación que produce este aguardiente. Después de dejar macerar en tinajas durante 8 semanas las raíces previamente lavadas y molidas, puede iniciarse la destilación. El aguardiente resultante es probablemente el más indicado como digestivo. Efectivamente, no hay nada mejor que un buen vaso de genciana después de cometer excesos en la mesa para aliviar las indigestiones. Su gusto amargo se envuelve de sorprendentes aromas de brezo y helecho que nos recuerdan las cumbres de la montaña. Hay que tener cuidado, no obstante, porque la genciana es una planta protegida y está prohibido recolectarla sin autorizaciones especiales.
Saúco
SAÚCO (Sambucus)
El aguardiente de Saúco no siempre ha tenido buena reputación. El origen de la palabra “gnôle” (vocablo francoprovenzal peyorativo) nos lleva a Borgoña, donde es sinónimo de yezgo, otro nombre con que se conoce al saúco. Sin embargo, no hay que denigrar este aguardiente que, desde entonces, se ha beneficiado de los progresos de la destilería y ha mejorado claramente. Se distinguen dos clases de saúco: el negro y el rojo. El saúco negro se encuentra sobre todo cerca de las viviendas y bordeando los caminos. El rojo, sin embargo, habita en la montaña, en altitudes similares a los abetos. Obtenido por maceración de las bayas, rojas o negras, el aguardiente de saúco es bastante áspero y será más o menos conocido, pero hace las delicias de gastrónomos ávidos de originalidad.
Arándano
ARÁNDANO (Vaccinium Myrtillus)
También conocido, en función de la región, con el nombre de mirtilo o uva de los bosques, es rico en vitamina C y forma parte de la familia de las ericáceas. El arándano, fruto de un arbusto rastrero, se recoge a finales de verano para confeccionar sabrosas tartas, confituras, siropes y, por supuesto, aguardiente...
Sus virtudes astringentes, diuréticas y antisépticas le proporcionan la reputación de curar las diarreas y regular el tránsito intestinal.
Endrina
La Endrina forma parte de la misma familia que el quetsche, la mirabelle y la reina Claudia. Según las variedades, tiene forma redonda, oval aunque en ningún caso tiene el sabor y la suavidad del quetsche o la mirabelle. Al contrario, esta ciruela tiene un gusto más o menos agrio, aunque el aguardiente obtenido de esta fruta es sorprendentemente fino y con clase. Muy a menudo, la ciruela se comercializa con la denominación de Vielle Prune (ciruela vieja), porque se envejece en toneles de madera (castaño) donde adquiere su color ligeramente ambarado.
Lías de vino
Muy poco conocidas, las lías son el depósito que deja el vino en el fondo de la tinaja. Destilado desde los siglos XVI y XVII, este aguardiente es considerado como el mejor. Pero desde el último siglo, su reputación se ha deteriorado a causa del olor fétido de las lías durante su recuperación. Desde entonces, los métodos de vinificación han evolucionado mucho y los mostos, liberados de impurezas, ya solo producen desechos ‘nobles’. El aguardiente que se obtiene no tiene ya nada que ver con el de la antigüedad y en la actualidad es fino por su ligereza y perfume.
Este aguardiente también es utilizado por nuestras abuelas con fines terapéuticos porque en fricciones se le conocen virtudes para los dolores reumáticos.
Mora
La mora es el fruto de la zarza común, un arbusto espinoso muy invasor de la familia de las rosáceas. La fruta es una baya carnosa de forma redonda u oblonga, formada por múltiples bayas pequeñas y redondas cuyo color es rojo y casi negro cuando están madurando. La mora tiene un sabor ligeramente ácido y astringente.
Fresa
La fresa es la fruta del fresal, de la familia de las rosáceas. Está formada por el conjunto de un receptáculo carnoso de la flor y se cultiva en toda Europa, y en casi todo el mundo. Pero para obtener una fresa de calidad, merece la pena respetar la temporada que se sitúa de mediados de mayo a finales de junio. Se encuentran fresales salvajes en numerosos lugares del mundo. La fresa salvaje (Fragaria vesca) es la especie más extendida, en Francia y el resto de Europa. Pero también se encuentra en América, en varias islas... Se sabe que ya era consumida en el Neolítico y que los romanos la cultivaban en sus jardines.
Su aroma delicado logra un aguardiente ligero, destinado a los conocedores más finos.
Melocotón
El melocotón es el fruto producido por el melocotonero. Los melocotones son carnosos, jugosos y dulces; tienen una carne amarilla, blanca o roja y la piel aterciopelada. El melocotón tiene un perfume discreto y original, que se transforma en un alcohol raro y refinado.
Apio
Se trata de un producto exclusivo que existe desde 1983 y que acompaña a las mil maravillas pescados ahumados y los platos noruegos como sustitución del vodka. También se puede degustar en cócteles con zumo de tomate y tónica. Este aguardiente se obtiene a base de la raíz del apio finamente rallada y macerada en un alcohol neutro que se impregnará de los aromas sutiles pero vigorosos del apio. Original e innovador, este aguardiente encuentra su lugar en las mesas de fiestas para acompañar platos sutiles, como el salmón ahumado o marinado, así como los platos noruegos.
Descubra nuestras recetas con apio.
También puede servirse con platos de carnes y, más concretamente, de caza. Como sorbete, este aguardiente puede convertirse en un digestivo muy agradable.